miércoles, 18 de julio de 2012

Electricidad


...No temáis, soy vuestra mamaíta ita ita. Tengo la voz gruesa, es que estoy afónica. ¡Vamos cabritillos, dejadme entrar! – Dijo Jack. Dentro del baño, Wendy gritaba al lado de la puerta mientras veía como ésta se convertía en astillas a medida que golpeaba el hacha contra ella. Tras varios impactos el agujero se agrandó lo suficiente como para que Jack Torrance metiera la cabeza y dijese -  Aquí está Jack… Cuando de repente la televisión se apagó. Y con ella la lámpara situada en la mesilla cuya bombilla suponía la única fuente de iluminación.

- Creo que se ha ido la luz, voy a comprobar el cuadro de fusibles. ¿Tienes el móvil a mano para iluminar? - Preguntó Miguel mientras tanteaba con el brazo la distancia a la que se encontraba la mesa del salón.

- Que va, me lo he dejado en casa. Espera no te vayas sin mí, que no me quiero quedar sola a oscuras - Contestó Fátima, la novia de Miguel. Aquella noche tenían la casa para ellos solos puesto que los padres de Miguel se habían ido durante el fin de semana a lo que ellos llamaban un "retiro espiritual" a un pequeño pueblo de Extremadura. Decían "o te alejas de la civilización de vez en cuando o ésta acaba contigo". Llevaban yéndose una vez al año desde que Miguel tenía memoria.

- Bueno utilizo el mío, espero que aguante la batería porque está al mínimo - Comentó mientras se dirigía a la entrada principal - Están todos los fusibles hacia arriba. Voy a ver si hay luz en la calle. Nada, está toda la calle sin luz, será un apagón momentáneo, entremos dentro otra vez y esperemos a que vuelva.

Fátima, que no soltaba la camiseta de Miguel ni un segundo, dijo - Creo que mi hermano me contó ayer que esto podía suceder, que lo había leído en National Geographic. Decía que según la NASA se estaba acercando una tormenta solar hacía la Tierra y que tenía la magnitud suficiente para quemar los transformadores de alta tensión. También me empezó a explicar que dependiendo de la situación de los polos de la tormenta afectaría de mayor o menor manera, pero a partir de ahí le dejé de escuchar... ya sólo le veía mover la boca y los brazos como un loco, dando saltos y hablando de campos magnéticos y auroras boreales.

- Si, algo me comentó mi padre también sobre las auroras boreales, que con suerte podrían ver una a pesar de estar tan lejos del Polo Norte - Contestó Miguel mientras comprobaba que también había quedado inutilizada la línea telefónica - ¿Fátima, dónde has ido?

- Estoy aquí, detrás de ti – Contestó.

Miguel, con un tono de voz algo más serio dijo - creo que he escuchado algo dentro de la casa.
La joven pareja se agarró más fuerte y se dirigieron al salón de nuevo, cuando de repente ella soltó un grito ahogado - ¡He visto moverse algo en el pasillo!, ¡te juro que algo se ha movido, creo que alguien ha entrado en la casa!

El móvil apuntó inmediatamente hacia el pasillo iluminando el perchero con varios abrigos y un par de fotos enmarcadas que colgaban de la pared. Ni rastro de una tercera persona. Salvo la zona iluminada gracias a la pantalla del teléfono el resto de la casa estaba en completa oscuridad. Esa noche no contaban con la ayuda de una luna llena, y por supuesto de la calle no recibían nada de luz. En aquel momento todo era oscuridad salvo algunas débiles sombras. Decidieron inspeccionar los cuartos que había en la planta baja. Él delante, ella abrazada a su espalda, comprobaron que estaban solos.

- ¿Y si ha subido a la planta de arriba?, te prometo que he visto pasar algo, una sombra se ha movido, tienes que creerme. ¿Por qué no llamamos a la policía? - Susurró Fátima al oído de su novio

- No hay línea, ya lo he comprobado. Seguro que te ha engañado la vista, es imposible que haya entrado alguien sin que lo hayamos oído. Voy a subir un momento arriba, compruebo que no hay nadie y bajo. Tú quédate aquí, será solo un minuto - Dijo Miguel.

- Ni loca me quedo aquí sola - Sentenció ella, y acto seguido se apagó el móvil - Deja de hacer el tonto y enciende el móvil otra vez.

- No puedo... se ha quedado sin batería - Contestó el joven – No funciona nada y no sé dónde hay una linterna.

Entonces fue cuando en el piso de arriba, justo encima de sus cabezas, escucharon el golpe de un objeto al caer al suelo. Ya no había lugar a dudas, y Fátima le hizo saber su miedo clavándole las uñas en el antebrazo.

- Venga Miguel no me jodas, tiene que haber algo que ilumine en esta casa. ¡Una puñetera vela!, hay alguien ahí arriba - Comenzaron a sonar pasos, y éstos se dirigían a la escalera - ¡Y va a bajar!, ¡necesitamos una vela!

- Lo sé lo sé, pero no sé dónde puede haber. ¿Sabes la cantidad de años que llevo sin usar una vela? – Dijo, impotente, sabiendo la importancia de aquella situación.

Lucas, el hermano mayor de Miguel, se dirigía tranquilamente hacia las escaleras. Aquella misma mañana se había escapado del hospital psiquiátrico donde, quince años antes, había entrado por intentar matar a su padre ahogándole con sus propias manos mientras dormía. Hoy, con un cuerpo mucho más desarrollado y un cuchillo de la mano, bajó las escaleras hasta encontrarse de nuevo con su hermano pequeño, y de esta manera volver a convertirse en hijo único. Esta fatídica coincidencia, que el mismo día en que el peligro entra en tu casa tenga lugar la mayor tormenta solar de los últimos ciento cincuenta años, podría haberse evitado si la joven pareja hubiese podido iluminar la escalera y obtener así unos segundos de ventaja para poder escapar. Si la hubiesen iluminado con, por ejemplo, una simple vela...

2 comentarios:

  1. Vaya, y todo eso por no haber iluminado la escalera con una maldita vela.
    ¡Qué trágico final!
    Me daría miedo a mí estar en esa situación. Todo oscuro, sin luz; y que luego encima aparezca alguien por las escaleras con un cuchillo en mano para matarme ...
    (Creo que aprenderé a hacer esa cosa tan simple como encender una vela).

    Me gusta mucho como narras tus relatos.
    Este me ha encantado, espero poder leer más como este. Me gusta mucho el misterio xDD

    ¡Un besazo!



    PD: Gracias por seguirme en Twitter. Soy Elena Weasley (@elenalovestar) ¡Yo también te sigo!

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    1. ¡Muchas gracias!, espero que también te gusten mis próximos relatos, seguro que alguno más de misterio habrá.
      He visto que también tienes un blog así que ahora me pasaré a echar un vistazo, ¡un saludo!

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