sábado, 3 de noviembre de 2012

Impulsivos



Se sentía preso de esa certeza que desde cinco minutos antes lo llevaba sin pausa posible en una dirección que cualquier sentido común habría rechazado. Corrían cogidos de la mano calle arriba en busca del primer taxi que les llevase al aeropuerto. Ya sentados en él se abrazaron y empezaron a decidir el destino del vuelo: “vayámonos a México” dijo ella con los ojos llenos de lágrimas. “Podemos irnos más lejos aún, cojamos un vuelo a Australia” dijo él convencido.

Sin llegar a fijar un destino se quedaron callados cogidos de la mano mirando como avanzaba el taxi por la autovía, dejando atrás al resto de los coches de la misma manera que dejaban atrás sus vidas. Se quedaron callados porque sobraban las palabras. Cinco minutos y un viaje en taxi antes se encontraban juntos en un parque discutiendo.

-No insistas por favor, lo nuestro es imposible, estoy comprometida y jamás te aceptarán mis padres –dijo ella sin poder mirarle a los ojos.

-No te creo, sé que quieres estar conmigo. Si te vas ahora no me volverás a ver jamás –contestó él cogiéndola de las manos.

Entonces ella se levantó y se fue, caminaba despacio dispuesta a zanjar el asunto por muy arrepentida que se sintiese. Todo estaba destinado a acabar, pero un simple gesto, un detalle que causa un punto de inflexión en una vida entera ocurrió. Se dio la vuelta para mirarle una última vez… y eso fue suficiente para que él corriese a recuperarla y no dejarla escapar nunca más.


Frase inicial: Rodolfo Pascolo

2 comentarios:

  1. Excelente Dani, me encantó. Lo que hiciste no se aparta una pulgada del sentido, la atmósfera y cada palabra de lo que te envié. Felicitaciones.

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    1. Muchas gracias Rodolfo, me alegro que te guste. Y gracias por participar en esta iniciativa.
      Un saludo

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